Ante la inminente recesión, los CIOs se ven presionados para recortar gastos, reducir el despilfarro tecnológico y aumentar la productividad, todo ello en el contexto de una economía debilitada que se prevé que dure hasta el Q4 de 2023. Sin embargo, esto también representa una oportunidad para cumplir los objetivos de eficiencia y sostenibilidad que se fijaron hace tiempo. Los CIOs tienen la oportunidad de examinar a fondo la salud de su infraestructura informática y, en particular, la experiencia del usuario final, y obtener la información que necesitan para respaldar una organización más productiva, rentable y sostenible.
Las anteriores ralentizaciones económicas nos han demostrado que las organizaciones que siguen invirtiendo frente a la incertidumbre económica pueden obtener un liderazgo crítico en el mercado. Por eso es el momento de analizar el rendimiento de los sistemas para encontrar reducciones de costes críticas y una mayor eficiencia.
Cómo tomar mejores decisiones tecnológicas para su organización
La productividad de una organización está directamente relacionada con la capacidad de los empleados para utilizar eficazmente la tecnología en el lugar de trabajo. Un estudio del CBI sugiere que los niveles de productividad se mantienen un 2% por debajo de las tendencias anteriores a la pandemia. Y aunque muchos piensan en la productividad en términos de ética laboral, la realidad es que se puede tener a los trabajadores más comprometidos del mundo, pero si no disponen de las herramientas adecuadas para apoyar su trabajo, la productividad se resentirá.
A medida que seguimos adaptándonos a los lugares de trabajo multientorno, la gestión de la experiencia del usuario final (EUEM) debe ser una prioridad absoluta para las empresas que quieren mejorar y mantener la productividad.
La EUEM incluye la gestión de los servicios de usuario final y la garantía de que son plenamente funcionales en todos los entornos de trabajo. Puede ayudar a identificar tendencias a la baja en algunas métricas como predictores de problemas futuros y a resolver problemas debidos a equipos infrautilizados. La falta de una EUEM adecuada presenta un sinfín de retos organizativos, como una visibilidad reducida, la recopilación de datos a través de herramientas dispares y unos servicios de asistencia que carecen de datos en tiempo real sobre los dispositivos.
Con un conocimiento limitado sobre el rendimiento del software instalado y los patrones de uso de los dispositivos de los usuarios finales (y su rendimiento general), las organizaciones no pueden tomar decisiones informadas. Y aunque exista el deseo de mejorar la productividad a través de una experiencia mejorada para el usuario final, la asistencia general será inevitablemente deficiente sin una comprensión exhaustiva de cómo se utilizan las tecnologías y los dispositivos instalados en el día a día y cómo funcionan todos juntos para ayudar al usuario.
Sin una visibilidad clara de la experiencia del usuario final, ¿cómo se puede determinar, por ejemplo, el calendario óptimo de renovación de los equipos? ¿Se basa en la antigüedad del equipo anterior, o puede examinar la utilización y el rendimiento del equipo para comprender cómo afecta su antigüedad a los usuarios (si es que les afecta)? Sin una mayor visibilidad, las inversiones en nueva tecnología pueden realizarse en función de un calendario y no de una necesidad real. Por el contrario, los que necesitan nuevos equipos pueden tener que esperar innecesariamente, haciendo que su trabajo se resienta y costando más dinero a la empresa a largo plazo.
Es hora de pasar de las soluciones improvisadas al seguimiento del usuario final
Hoy en día, el rendimiento de los dispositivos de los usuarios finales queda en gran medida sin seguimiento, y las organizaciones tienen poca o ninguna visibilidad del rendimiento de su entorno tecnológico. La disparidad de las herramientas de seguimiento dificulta la respuesta cuando el director general llama y pregunta por qué la red y las aplicaciones van tan lentas. Pero con una visión holística basada en EUEM, podrás tomar el pulso de todo su entorno tecnológico.
Las organizaciones buscan soluciones que aborden de forma integral el estado de los dispositivos de los usuarios finales, recopilen datos relevantes sobre los endpoints, reduzcan el tiempo que tarda el servicio de asistencia en resolver los problemas, disminuyan el volumen de incidencias relacionadas con parches y actualizaciones rutinarias de los dispositivos, amplíen potencialmente el ciclo de vida del hardware y mejoren la satisfacción general del usuario final.
El software de gestión de la experiencia del usuario final es fundamental para las empresas que buscan reducir el gasto sin dejar de cumplir los objetivos empresariales. La recopilación y el análisis de los datos de los dispositivos de los usuarios finales (recogidos de la CPU, el disco, la memoria, la conectividad y otros puntos de datos) son fundamentales para detectar y resolver con precisión los problemas antes de que perjudiquen la productividad de los empleados. Cuando se aplica estratégicamente, la gestión de la experiencia del usuario final ofrece una imagen holística y precisa de la salud tecnológica de una organización desde la perspectiva del usuario. Esto permite a los profesionales de TI ayudar y capacitar mejor a los empleados para que realicen su trabajo con los mayores niveles de productividad posibles.
Reducir los residuos tecnológicos y tener un impacto medioambiental positivo
Un estudio de Forrester reveló que la gestión de la experiencia del usuario final ayuda a las organizaciones a realizar un seguimiento de la degradación del rendimiento a lo largo del tiempo para calcular puntuaciones de salud, recopilar comentarios de los usuarios para determinar qué está funcionando bien y comparar distintos tipos de equipos/hardware entre sí para identificar cuál dura más. En algunos casos, este estudio demostró que el ciclo de vida medio de los dispositivos aumentaba entre un 15 y un 25%, lo que reducía significativamente los costes anuales de sustitución y, en última instancia, generaba menos residuos tecnológicos al alargar el ciclo de vida de equipos como ordenadores de sobremesa y portátiles, entre otros.
Las organizaciones también descubrieron que podían identificar y resolver los problemas a distancia, reduciendo en última instancia el envío de dispositivos para su reparación en un 75% y reduciendo el inventario de dispositivos a la mitad. La reducción de la cantidad de hardware enviado a reparar también ayudó a disminuir la huella medioambiental de la organización gracias a la reducción de las emisiones de carbono, lo que se tradujo en mejores resultados de sostenibilidad.
Reducción de los gastos administrativos y generales
Al conocer la experiencia de los empleados con las tecnologías, el departamento de TI dispone de tiempo para centrarse en proyectos y problemas de gran envergadura. El análisis constante del rendimiento y el estado del software y el hardware (junto con la aplicación proactiva de parches y la corrección antes de que los problemas afecten a la productividad de los empleados) permite a los directores de informática comprender mejor el rendimiento y la funcionalidad del entorno tecnológico de su organización en su conjunto.
Desde el punto de vista administrativo, la gestión de la experiencia del usuario final favorece la visibilidad total de TI en toda la empresa. Aprovechar los datos de los usuarios finales y las métricas de rendimiento de los dispositivos ayuda a las organizaciones a lograr mejores resultados empresariales optimizando los entornos informáticos para mejorar el rendimiento. Unos datos y análisis de rendimiento sólidos ayudan a los administradores a tomar el pulso a la salud de la organización. Lo ideal sería recopilar datos de todos los endpoints, lo que permitiría elaborar un presupuesto de TI más preciso y, en última instancia, mejorar el rendimiento financiero y la gestión.
Invertir en las soluciones informáticas adecuadas garantizará que los directivos dispongan de la información (y no de suposiciones) necesaria para tomar decisiones que repercutirán en sus organizaciones. Antes de recortar el gasto en TI debido a la inminente recesión, considere dónde puede invertir estratégicamente una organización para beneficiar la salud a largo plazo de un departamento de TI y la salud financiera de la empresa. Los CIOs deben realizar una inmersión profunda en su infraestructura de TI para determinar si es lo suficientemente saludable como para impulsar operaciones racionalizadas al tiempo que mejora la productividad, la rentabilidad y la sostenibilidad.